martes, 4 de octubre de 2011

Take me home.

Podía verlo perfectamente a pocos metros de donde estaba ella. Se acercaban el uno al otro cada vez más rápido por el ansia de tocarse. Entonces ella se dispuso a alargar el brazo para rozarle la cara y chocó con una invisible pared de cristal que le impedía seguir avanzando. Lo miró sin comprender frunciendo las cejas con terror, llevaba esperando tanto tiempo.. entonces él esbozó lo que podría ser una falsa sonrisa de ojos tristes y le dijo, aunque no pudo escuchar nada, que tenía que entenderlo. No se movía, pero cada vez estaba más lejos. Ella empezó a golpear el cristal intentando retenerlo, pero el frío repentino la paralizó. Alrededor suya no había más que nieve, una nieve que no podría afirmar que hubiera estado ahí siempre. Hasta donde alcanzaba la mirada era blanco, y él se convertía poco a poco en un punto lejano, tan lejano que apenas podían diferenciarse las partes de su cuerpo. Al final acabó por desaparecer sin dejar siquiera huella en la vasta nieve, dejando a la chica sin pruebas de que hubiera sido real.

Como si nunca hubiese existido.


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