martes, 25 de septiembre de 2012

Panda de hipócritas.

Recuerdo la primera vez que leí El guardián entre el centeno. Podía pasarme minutos enteros riéndome a carcajadas con los comentarios de Holden respecto a los "tíos falsísimos" de su entorno. Ahora sonrío irónicamente ante sus palabras mientras los rostros de incontables personas acuden a mi mente. Os parecéis muchísimo a los tíos falsísimos de Holden Caulfield.

¿Cómo será el vivir a base de mentiras y de sonrisas poco claras? ¿Qué sentís cuando veis que los demás notan vuestra falsedad? ¿Cuántos puñales tenéis guardados para clavarlo en espaldas ajenas?

A mí no me sonriáis, que os tengo calados a todos. Mierdas andantes. Despojos sin sentimientos a los que les importan los demás menos que nada. Alimañas.

Os quedaréis solos. El tiempo pone a cada uno en su lugar.


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