Te gusta mucho esa frase de Shakespeare que dice "wear your heart on your sleeve". Hoy te has visto mirándolo. Era evidente, palpable, cómo tus ojos se imantaban a su figura cada vez que aparecía en tu misma habitación. Sin duda llevabas el corazón por fuera.
Y se te estaba congelando.
Everyone says "you just gotta let it go".
Pero no hay manera de hacerlo.