No es justo para mi yo derrotado que recuerda este sitio sólo cuando está triste que no deje constancia de que hay días en los que se nota la mejora. Hoy apenas he trabajado porque me dolía la espalda, he leído un fic y me he duchado con el calentador puesto. Sin sentir ni un ápice de culpabilidad porque no he sido “productiva”. Me he mirado al espejo, me he sometido a mi ojo más crítico y no he llorado. He aquí la prueba de que el proceso es tangible y es posible sanar. Hoy me he querido.
Mañana será otro día. Hang in there.