domingo, 1 de abril de 2012

De las tardes de bajas presiones.

Está diluviando, el jardín de mi casa se está empapando de alegría. No me canso de ver las gotas estrellándose contra el suelo, formando esas ondas características al impactar en superficie ya mojada. Un pequeño mirlo se ha posado en una rama de jazmín y mira a todos lados, desorientado. Busca en un refugio de hiedra un respiro para su traje negro, ahora mojado mil veces. ¿Qué está pasando?, se preguntará. Es la vida, que se abre paso en un mundo gris, de plomo. ¿Saben? La esperanza no es de color verde. Es incolora, inodora e insípida.


1 comentario:

  1. Tu piel es del color de la esperanza, preciosa!! Te quiero amor mío :)

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