Tú no dejaste de bailar aunque cambiaras el entorno. Yo estaba en otro lugar mirándote desde lejos, con otra música, o quizá fuera la misma pero desafinada. No sé si te moviste tú o fui yo la que salió despedida a un sitio que me daba miedo. Antes había mucho sol y de repente me encontré con la tenue y agobiante luz crepuscular, esa con la que ya no puedes leer. Como siempre, se me helaron los huesos y no pude seguir bailando. Perdí hasta los zapatos. Como una niña perdida (otra vez).
Pero poco a poco uno empieza a volver a interesarse por lo que le rodea. Consigue unos zapatos que le están bien y da un paso, luego otro, se inventa un baile nuevo (porque el antiguo ya no se puede bailar), y vuelve a dar vueltas. Vuelve a salir el sol porque siempre acaba amaneciendo, la noche más larga sólo dura seis meses. Y así incluso bailamos juntos, cuando nos encontramos, y seguimos girando.
Y ahora mismo estoy sonriendo, porque estos zapatos no sé si son mejores que los anteriores, pero me gustan.
(Aunque a veces tenga que convencerme un poco de ello.)
Feeling scared today,
write down "I am okay"
a hundred times, the doctor says.
I am okay.
I am okay.
I'm not okay.
Take me in your warm embrace.
I am trying.
I am trying.
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