Aguanta. Resiste. Juega a no perder. No te centres en los errores. Que no te consuman los fracasos. Sigue adelante. Haz camino, apóyate en quien sabes que siempre estará ahí.
Deja de llorar, que las lágrimas no solucionan nada.
La metáfora de la lluvia siempre es bonita, hasta que te refleja una semana entera.