One day I am gonna grow wings,
a chemical reaction,
hysterical and useless.
Tú en realidad no quieres volar.
Hasta hace poco decías que no tenías alas, que no te salían. Creías que querías ser una chica pájaro y salir de aquí. Y te equivocabas.
Tú quieres ser impermeable al daño ajeno. Quieres seguir bailando, dar vueltas y vueltas en el agua, en la tierra, en el aire. Que el alma se te despeine porque no puedas dejar de bailar.
Y quizá lo más importante, la razón primordial: volar te impediría acompasarte con otra gente.
(Y sabes que te gusta sentir la tierra bajo los pies.)
Someday, I'm gonna have a red dart frog inside of me.
domingo, 31 de mayo de 2015
viernes, 29 de mayo de 2015
Daño colateral.
No, no te quieren, no.
Tú sí que estás queriendo.
El amor que te sobra
se lo reparten seres
y cosas que tú miras,
que tú tocas, que nunca
tuvieron amor antes.
Cuando dices: "Me quieren
los tigres o las sombras"
es que estuviste en selvas
o en noches, paseando
tu gran ansia de amar.
No sirves para amada;
tú siempre ganarás,
queriendo, al que te quiera.
Amante, amada no.
Pedro Salinas, La voz a ti debida.
Vivo en la tensión de ver cuándo voy a descoserme por algún sitio. Miro con pánico los parches que me he ido pegando de mala forma esperando que me sangren de un momento a otro.
Vivo a la espera de una ola inmensa, de una nube negra cargada con una tormenta, de un campo lleno de rosas marchitas.
Vivo mientras me miro de reojo (a mí, a mi yo de verdad), obviando que vuelvo a estar despeinada y con los ojos muy rojos. Me miro y me ignoro. Por el bien de todos.
No sé si está bien saber que esto se va a caer a pedazos.
Tú sí que estás queriendo.
El amor que te sobra
se lo reparten seres
y cosas que tú miras,
que tú tocas, que nunca
tuvieron amor antes.
Cuando dices: "Me quieren
los tigres o las sombras"
es que estuviste en selvas
o en noches, paseando
tu gran ansia de amar.
No sirves para amada;
tú siempre ganarás,
queriendo, al que te quiera.
Amante, amada no.
Pedro Salinas, La voz a ti debida.
Vivo en la tensión de ver cuándo voy a descoserme por algún sitio. Miro con pánico los parches que me he ido pegando de mala forma esperando que me sangren de un momento a otro.
Vivo a la espera de una ola inmensa, de una nube negra cargada con una tormenta, de un campo lleno de rosas marchitas.
Vivo mientras me miro de reojo (a mí, a mi yo de verdad), obviando que vuelvo a estar despeinada y con los ojos muy rojos. Me miro y me ignoro. Por el bien de todos.
No sé si está bien saber que esto se va a caer a pedazos.
lunes, 11 de mayo de 2015
De las almas arrugadas.
El vacío golpea en cualquier momento
y me sumerge, me absorbe, me rodea de un agua negra
tan densa que no soy capaz de patalear;
me llena los pulmones y sólo puedo rezar por flotar.
No me invade ningún tipo de nostalgia
(a lo mejor eso es lo peor de todo).
No echo de menos, no miro tus cosas y siento que he perdido,
las veo a diario y no duelen,
no sangran,
no me susurran como restos
de algo que todavía no ha terminado de pasar.
Y aun así he perdido,
(a lo mejor es que llevo perdiendo un tiempo),
pero en realidad no me importa tanto la pérdida.
En realidad no me importo lo suficiente
y por eso la sensación no me engulle.
Por supuesto, no me importa no importarme.
Echo de menos el echar de menos
para así tener una excusa para llorar de vez en cuando,
para no tener que quedarme sola conmigo
sino con fantasmas que me quieren más que yo.
Quizás eso sí sea lo peor de todo al fin y al cabo:
el no tener nada con lo que defenderme
cuando vienen los monstruos de la melancolía
porque soy yo con mil disfraces atacándome.
Que me conozco los recovecos donde más duele
y meto bien la lanza
para recordarme que sigo sin sentirme especial
y que la vida se está equivocando conmigo.
Y mañana me volveré a lavar el alma.
Volveré a peinarla para que sonría
pero sin hablarle,
en el equilibrio inestable que es
el no acordarme de mí.
(Si nos hablamos nos rompemos, y tampoco nos llevamos bien).
Estoy justo en el estado en el que apetece leer El guardián entre el centeno.
Un abrazo tan fuerte que te junte las piezas rotas.
viernes, 8 de mayo de 2015
All that I need to look inside.
Decías que esta canción te definía. El otro día escuchándola pensé que me definía también a mí. La volví a escuchar y decidí que no nos define a ninguno de los dos.
When will I know that I really can't go
to the well once more time to decide on.
Well it's killing me, when will I really see, all that I need to look inside.
Come to believe that I better not leave before I get my chance to ride,
well it's killing me, what do I really need, all that I need to look inside.
Puede que esta parte sea de los dos. La diferencia radica en que tú te miras por dentro (o eso me cuentas) y te arreglas, y yo siempre que lo intento me ahogo y dejo de hacerlo. A lo mejor es que nunca lo he intentado en serio.
The more I see, the less I know,
the more I'd like to let it go.
Esta parte es tuya sin lugar a dudas. Tú dejas que las cosas fluyan sin pensar qué podrá pasar mañana. Yo vivo pensando en las consecuencias de mis actos, en lo que podrían influir en la gente que me rodea. Tú lo arriesgas todo. A mí me aterra perder.
Deep beneath the cover of another perfect wonder where it's so white as snow,
finally divided by a world so undecided and there's nowhere to go.
In between the cover of another perfect wonder and it's so white as snow,
running through the field where all my tracks will be concealed and there's nowhere to go.
Y esto es claramente mío. Una vez me dijiste que yo era un folio en blanco que querías pintar. A lo mejor utilizo todo ese blanco para tapar el hoyo donde guardo todo lo que me deshace. (El hoyo está tan oscuro que no puedo saber su profundidad.)
A veces me desafino y me doy miedo.
Por eso no puedo (quiero) lidiar conmigo.
Sigo esperando perdonarme. No sé si lo estoy intentando.
(No me dejes sola.)
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