Doce.
Doce días para volver a tocarte, besarte, abrazarte, ir contigo a la playa, meterme en el agua con mi mano protegida por la tuya, subir la cabeza un poco para llegar a tus labios y jugar con ellos..
Es gracioso. A principios de verano pensé que esto iba a ser insufrible, que no íbamos a hablar nada, que todo iba a ser una gran mierda. Mirándolo desde una perspectiva positiva, junio queda tan lejos.. y ya puedo imaginar el reencuentro, la felicidad que conllevará. Y los besos, los millones de besos que voy a regalarte, que siempre fueron tuyos en realidad, incluso los que todavía no te he dado.
Ahora mismo estoy rodeada de fotos nuestras, de momentos de belleza y color, del cartel de "Dos", de una carta con motivo del medio año que hicimos en enero, de un ealcuadrado pintado con rotulador.. y no puedo más que sonreír ante tus ojos impresos en papel fotográfico, tu boquita de piñón y tus rizos.. sonreír y pensar que en el fondo todo esto habrá merecido la pena cuando dentro de doce días salte a tus brazos. Que ha sido una experiencia llena de valor que lejos de distanciarnos nos ha unido más.. ¡que hoy te amo más que ayer y menos que mañana!
¡Doce días! ¡Nada de nada!
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