Cierro los ojos y pienso en el sustantivo amor. Aparece un vasto prado verde moteado de flores de colores, el sol brilla arriba, el cielo es celeste, sopla una brisa de lo más agradable. Huele a hierba sana. Y en medio de mi prado estás tú sonriéndome, brillando aún más que el sol, más radiante que toda la vida a tu alrededor por la llegada de la primavera. Extiendes los brazos hacia mí, diciéndome sin palabras que a qué estoy esperando. Invitándome a correr hacia ti en este escenario de felicidad. Entonces llego a donde estás tú. Te beso, te abrazo, te susurro al oído..
De nuevo cierro los ojos y pienso en el verbo amar. Estoy en un escenario abstracto, en realidad no sé qué es. El color de mi entorno es rojizo, cálido y bello como el primero, pero diferente. Al principio no te veo, tengo que agacharme un poco para darme cuenta de que ahora eres muy pequeño. Claro, estás en mi corazón. No me ves, sé que me buscas con la mirada. Entonces me río y me hago pequeña como tú por varias razones; la primera y principal es para poder tocarte. Luego me doy cuenta de que en realidad quiero ser pequeña para poder crecer contigo y formar parte de este complejo de acciones llamado vida a tu lado. Ahora todo tiene sentido.
¡Soy feliz, soy feliz! ¡Te amo!
¡Soy feliz, soy feliz! ¡Te amo!
Don't speak as loud as my heart and tell me you love me, come back and haunt me..
Oh... pero que bonita eres Elisa, te amo vida mía, ¡Te amo a morir!
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