17.

Llegó el día de escribirme a mí misma una entrada (y no para autoflagelarme.. ¡¿pero esto qué es?!) porque bueno, aunque esta entrada cuando la termine me parezca una gran basura, un día es un día..

En fin. Aquí estamos, diecisiete años, uno menos para poder ir a la cárcel. A veces creo que esto de la adolescencia es un coñazo, ni quieres ser pequeño ni mayor aunque sepas que en muchos aspectos se estaba mejor antes o se estará mejor después.. supongo que habría que definirlo como el estado de inconformismo por excelencia, pero qué le vamos a hacer, hay que habituarse a lo que llega (por muy animal de costumbres que yo sea).

La adolescencia.. ja. Qué época tan extraña. O te quieres comer el mundo o te quieres morir; bailar o gritar de desesperación; reír o sollozar. Siempre sin término medio.. qué edad tan vulgar. ¡Pero qué llena de satisfacciones! Empiezas a descubrir la cara oculta que antes no te estaba permitido ver, empiezas a pensar, a andar por ti mismo.. descubres en cierto modo lo que vas a tener que seguir viendo hasta que te mueras. Qué risa.

El caso, que me desvío del tema.. supongo que lo que me queda es agradecerle a todo aquel que haya pasado conmigo alguna pequeña parte de mi vida el haber estado ahí, el haberme aportado algo.. todo deja huella aunque algunas se vayan borrando. Gracias, gracias de verdad, dondequiera que sea que estéis ahora.

Y mención especial.. a alguien que por supuesto nunca puede faltarme.. estos nuevecasidiez meses están siendo mucho más preciosos de lo que podría haberme imaginado nunca :) Mil gracias por todo pequeño saltamontes, por haber entrado en mi vida y, sobre todo, por no querer salir.. ♥


Y a mi Mónica, joe, que tengo que estamparle mil besos por lo menos por esto.. :D
http://enmimundo-monikilla.blogspot.com/2011/05/felicidades.html
¡Si es que no se puede ser tan shica!

Pues nada, gracias a todos, y lo más importante.. ¡que el espíritu de Pokémon nunca os falte!

P.D.: ¡qué soez!