Soy funambulista, dueño de la cuerda floja,
donde se ocultan los sueños vivo detrás de una hoja.
Así vi al ataúd igual que el tiempo que se esfuma,
llevo encima aquella cruz por un poco de luz de luna.
He perdido tanto por no estar atento
más que al boli y al papel, y al recitar mis sentimientos
he donado todo, he llorado mi sufrimiento,
he abandonado a mi ser y se lo he regalado al viento
por un pedazo de cielo
de las nubes formadas con poesías con sabor a caramelo,
mas cuando escribo sangro y duelo,
¿qué me espera en el último peldaño de escalera hacia el anhelo?
O en el pozo de los deseos.
Perdí amigos, mujeres y placeres por verdaderos trofeos,
he perdido todo menos un tornillo
desde que somos aliados el bolígrafo y yo.
Y aunque el suelo queme miro hacia alante,
aunque ande cansado,
créeme, soy un amante que teme amar demasiado,
he aceptado mis dilemas, mis delirios, mis letargos,
he retado al equilibrio y no consigo derrotarlo.
He visto al presente a mi lado pasar de largo,
he llorado sangre escribiendo un pasado amargo,
he perdido el miedo y hasta el cielo de tu boca,
mas yo vivo hasta donde la floja cuerda queda loca.
Llamémosle la cuerda floja,
plasmo mis escritos en la hoja con sagrada inspiración de luna roja.
Soy funambulista de palabras
y equilibrio por todos los que defienden paradojas.
Me ha recordado un poco a una canción de Nach:
ResponderEliminar"Para mi es muy sencillo, la vida debería vivirse al límite, no hay que someterse a ninguna norma, ni dejarse influenciar por lo que lo otros puedan decir o pensar sobre ti, hay que ver cada momento, cada idea, cada día como un verdadero reto y entonces solo así una logrará vivir la vida en la cuerda floja."
ES la canción de Nach.. Sólo que partes diferentes.
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