A veces supongo que se pierden las ganas de aguantar y va ocupando su puesto una muralla de hielo. Pero nada es infranqueable, el hielo se derrite, y una sigue aquí con la mente impermeable esperando a que corra el agua y llore tu muralla. Entonces dejaré volar el amor que necesitas en forma de pájaros que te envuelvan en sus alas, para que así te cures y me cure yo también.
Yo soy lo que tú eres.
Calton Hill fue nuestro a las 22:30.
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