Lo que pasa es que los gritos silenciosos de súplica no llegan a oídos ajenos.
lunes, 15 de octubre de 2012
1955
Se cubre con su paraguas verde mientras lo ve pasar. ¿Se harán paraguas de colores alegres para contrarrestar la pena de la lluvia? No está mojada, pero sobre ella llueve igual. Ni todo el verde del mundo podría colorear el gris de sus ojos. Es curioso cómo la vida va cambiando de tonalidades. Ella vive en blanco y negro, él a todo color.
Lo que pasa es que los gritos silenciosos de súplica no llegan a oídos ajenos.
Lo que pasa es que los gritos silenciosos de súplica no llegan a oídos ajenos.
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