Parece que ha vuelto el frío, con su vestimenta gris y su expresión dura. Ahora mismo me mira fijamente y me envuelve con sus brazos de escarcha. Me hielo poco a poco, necesito escapar de sus ojos aterradores. Pero no me quedan fuerzas, ni siquiera lágrimas que lo derritan y me permitan huir. Cierro los ojos y me resigno a que se me congele la vida. Cuando vuelvo a abrirlos ya se ha ido, dejándome sola y helada.
Ahora el frío soy yo.
What you are given can't be forgotten and never unsaken.
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