jueves, 1 de septiembre de 2011

El club de la lucha.

Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas de rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados.




Tenía ganas de meterle una bala entre los ojos a cualquiera que se negara a follar para salvar su especie. Quería abrir las válvulas de descarga rápida de todos los petroleros y cubrir de crudo todas esas magníficas playas que yo jamás conocería. Quería respirar humo.
-¿Dónde estabas, chico psicótico?
Quería destrozar algo hermoso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario