y removí las cenizas...
Me quemé la mano.
Antonio Machado.
La lluvia acaba volviendo, al fin y al cabo.
Siempre he pensado que tengo una excelente memoria. Puede que la haya sobrestimado, o quizá no funcione como debería. Estoy todo el rato olvidando que la pena vuelve como la marea. Me he envalentonado mucho últimamente, y me ha dado en la cara. Me ha calado la ropa.
Al menos no ha llegado a los huesos. Supongo que es un paso.
(Espero que el paso sea hacia delante.)
Es curioso. Me he leído como si fuera otra persona. Como si los soliloquios no hubieran salido de mis monstruos y mis fantasmas.
Y me he gustado.
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